Nunca pensé que terminaría disfrutando de dormir en una carpa, envuelta en capas de abrigo, escuchando el crujir del viento andino mientras esperaba el amanecer. Sin embargo, fue así —cámara en mano y alma despierta— como descubrí una forma única de conectar con la naturaleza: acampando junto a mi grupo de fotografía en las faldas de algunos de los volcanes más majestuosos del Ecuador.
Chimborazo: donde la luna llena ilumina el volcán más cercano al sol 🌕
Mi primera experiencia fue en las faldas del Chimborazo, el punto más cercano al sol desde el centro de la Tierra. Aquella noche, la luna llena iluminaba el paisaje con una claridad casi sobrenatural, como si el volcán brillara desde dentro.
Capturamos no solo la magia dorada del atardecer y la serenidad del amanecer, sino también la inmensidad del cielo estrellado. Al caer la noche, hicimos astrofotografía y fuimos testigos de la Vía Láctea abrazando la cumbre nevada. Una experiencia compartida, profundamente inspiradora y difícil de describir con palabras.

Amanecer andino al pie del Chimborazo (Por: Susie Castellano)
Cotopaxi: enfrentarse a la inmensidad y abrazar el frío del páramo 🌋
Después llegó el Cotopaxi, el volcán activo más alto del país. Me sentí diminuta ante su inmensidad. Pese al frío y la altitud, fue una de las noches más tranquilas que he vivido: el sonido del viento recorriendo el páramo y la luz tenue crearon una atmósfera mágica.
Estar acompañada de colegas fotógrafos, todos en busca de esa imagen que capture la esencia del paisaje, hizo que la aventura fuera aún más enriquecedora.

Volcán Cotopaxi despertando para sus admiradores (Por: Susie Castellano)
Cayambe: rituales bajo el cielo estrellado y glaciares majestuosos ❄️
Finalmente, el Cayambe nos recibió con sus glaciares y su terreno rocoso. Montar la carpa, preparar algo caliente y contemplar el cielo estrellado se convirtió en un ritual que, para mi sorpresa, ya sentía mío.

Volcán Cayambe al amanecer (Por: Susie Castellano)

Susurros del páramo bajo el cielo estrellado del Cayambe (Por: Susie Castellano)
Acampar dejó de ser una incomodidad para transformarse en un modo de estar plenamente presente, compartiendo la pasión por la fotografía con almas que vibran con la luz y el paisaje.
Atrévete a descubrir la magia de acampar con tu cámara en mano🌟
Hoy puedo decir con alegría que me reconcilié con la aventura de acampar. Si nunca lo has hecho, te animo a intentarlo. No necesitas ser experta o experto: solo hace falta disposición, respeto por la naturaleza y el deseo de ver el mundo desde otra perspectiva.
Los paisajes que se revelan a quienes se atreven a dormir bajo las estrellas son tesoros que se guardan para siempre. Y si llevas tu cámara, tendrás la oportunidad de capturar la belleza que solo se muestra a quienes saben esperar en silencio el regalo de la noche y del amanecer.
Una aventura que se convierte en recuerdos… y en imágenes eternas.
Hasta una próxima aventura.
¡Que los caminos siempre nos lleven donde la luz sea buena!
“Capturo instantes que cuentan historias. Cada imagen es una pausa en el tiempo, una mirada única al mundo que nos rodea. Bienvenidos a mi portafolio, donde la luz, la sombra y la emoción se encuentran.”
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Aldo Pérez